Creés en el destino?

¿O que las cosas se dan por algo?


La primera vez que conocí a Agus, vino a tatuarse el retrato de Luna, su golden hermosa. Estuvieron juntas muchos años, compartiendo momentos importantes. Con el tiempo, Luna partió... pero no del todo.


Hace poco, Agus volvió al estudio. Terminamos su proyecto de espalda completa, y le preparé una sorpresa: un cuadro con el retrato de Luna, el mismo que habíamos tatuado.


Y cuando se lo di, me dijo:


"Justo estos días iba a comprar un marco para poner una foto de Luna al lado de mi cama. Pero esto… esto es mejor."


A veces siento que somos solo el canal. Que algo más grande nos conecta.

Y que los tatuajes no son solo tinta: son memoria, amor, compañía.


¿Vos también tenés una historia así?


Venite al estudio, contámela. Capaz también se transforma en algo eterno.

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